Paula Huenchumil. Interferencia. Foto: Catalina Mundaca. 14.12.19
Tras 16 meses en prisión preventiva el líder mapuche del lof (comunidad) Radalko en Curacautín, fue absuelto de forma unánime junto al werken Álvaro Millalen. Mientras que los Víctor Llanquileo y José Cáceres fueron condenados culpables de este hecho, pero aún esperan su sentencia.
Este viernes 13 de diciembre el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco entregó el veredicto en el juicio que dejó en libertad al lonko (autoridad ancestral) mapuche Alberto Curamil y al werken (vocero) Álvaro Millalen, quienes fueron detenidos el 15 de agosto de 2018, tras allanamientos simultáneos luego de una denuncia anónima que los sindicaba a través del Plan Denuncia Seguro, dependiente del Ministerio del Interior.
Más de un año en prisión preventiva en la cárcel de Temuco estuvieron Curamil y Millalen, quienes fueron acusados de asaltar la Caja Compensación en Galvarino el 24 de abril de 2018. Mientras que Víctor Llanquileo y José Cáceres fueron declarados culpables de este hecho, pero aún esperan su sentencia.
Pese a que la Fiscalía de Temuco había solicitado una pena de cárcel de 46 años para Curamil, mientras que la Intendencia de La Araucanía se había querellado, solicitando 50 años en prisión, la absolución fue una decisión unánime, tomada por los tres jueces del tribunal.
“Desde el primer día dejamos claro nuestra inocencia, hoy lo pudimos demostrar claro en el tribunal, después de 16 meses de prisión preventiva. Tiene que ver con al persecución que existe desde el Estado al pueblo mapuche, dirigido por el poder político y económico que hoy tiene movilizado a todo un país. Hoy queremos también exigir la libertad de todos los presos políticos mapuche y del movimiento social. El Estado de Chile hoy tiene usurpado nuestro territorio”, fueron las primeras palabras de Curamil tras recobrar la libertad.
Al consultarle por el Premio Medioambiental Goldman 2019, para el cual fue escogido para quedarse con la condecoración en representación de América Central y del Sur- Curamil -al cual no pudo asistir a Estados Unidos a recibirlo- el lonko destacó la participación de su hija mayor, Belén Curamil. “Mi hija que ayer era chica, hoy es grande”, dijo visiblemente emocionado.
“Estoy muy contenta porque sabíamos que eran inocentes, tanto el lonko Alberto Curamil como el werken Álvaro Millalén. Si estuvieron tanto tiempo presos es porque levantaron la voz y lucharon por nuestro territorio, por la libertad de nuestra mapu, la libertad de nuestros ríos y la libertad de la gente y del pueblo mapuche”, dijo la salida del juicio la hija del lonko, Belén Curamil, quien tomó el rol de vocera de la causa de su padre mientras estuvo preso.
La familia y comunidades esperaron a Alberto Curamil en la salida del tribunal para celebrar la decisión y luego se fueron a su casa, ahí compartieron alimentos y un cordero en el lof (comunidad) Radalko en Curacautín, donde Curamil es lonko.
El reconocimiento Goldman se debió principalmente a que cuando en 2013 se anunció la construcción de dos grandes proyectos hidroeléctricos en Curacautín, Alberto Curamil no sólo organizó a su comunidad, sino también a ciudadanos de la región en contra de las dos represas, llamadas Alto Cautín y Doña Alicia. Debido a ello es que siempre se mostró tranquilo ante su proceso judicial. En junio de 2019, en una conversación con INTERFERENCIA en la cárcel de Temuco, fue enfático al señalar su inocencia, planteando que “existe una persecución política a los mapuche que defienden la tierra”
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