Alertaron a la derecha de no confiarse, por que en la última elección hubo mas de un 50% de abstención, así que cuentan con el apoyo de sólo un 26% de los chilenos.

19 de Diciembre de 2017

La directiva del Partido Humanista representada por su presidente, Octavio González, y su bancada parlamentaria -Pamela Jiles, Tomás Hirsch y Raúl Alarcón (Florcita Motuda)- responsabilizaron a la Presidenta Michelle Bachelet, sus ministros y a la vieja Concertación de haber entregado, por segunda vez, el gobierno a Sebastián Piñera, “esta derrota recae directamente en la actual mandataria”. Según los Humanistas «…la Presidenta Bachelet inició su período con la posibilidad de hacer un gobierno histórico, pero terminó resultando un fraude. Contaba con un gran apoyo ciudadano y mayoría en ambas cámaras, con lo que tenía la posibilidad de, terminar con las AFP; llamar a una Asamblea Constituyente; cambiar el sistema de educación chileno; cerrar Punta Peuco y avanzar decididamente en la verdad y la justicia aun pendientes. Nada de esto hizo. Su ministro Eyzaguirre mercantilizó la educación; el subsecretario Aleuy militarizó el Wallmapu; sus ministros de educación hicieron oídos sordos a las demandas de los profesores y los estudiantes; teniendo todas las posibilidades de terminar con las AFP, de llamar a una Asamblea Constituyente, de reformar profundamente el sistema de educación, de avanzar en el diálogo con el pueblo mapuche,  el gobierno no lo hizo. Tampoco ha cumplido su promesa de cerrar Punta Peuco. No nos equivoquemos, acá la principal responsabilidad política del regreso de la derecha al gobierno, la tiene la Presidenta Bachelet». Siempre afirmando esa responsabilidad, señalaron: “…la mandataria no logró tener el liderazgo necesario y fue la vieja Concertación la que administró el gobierno. El punto más grave de esta debacle, es que la Presidenta Bachelet mantuvo situaciones de corrupción al interior del gobierno, incluso en los que su familia estaba involucrada. Por todos estos antecedentes, consideramos que son ellos los que tienen que realizar la principal autocrítica. Son ellos quienes entregaron y pavimentaron por segunda vez un gobierno a Sebastián Piñera, a una derecha peligrosa que llega a frenar las pocas reformas que se lograron gracias a la movilización social que presionó al al gobierno y sus parlamentarios». Exponiendo una visión de mas largo plazo, agregaron: «…este no es el resultado de sólo cuatro años de gobierno, sino de una descomposición que se puede trazar desde bastante más atrás. Ya hace muchos años que la Concertación se alejó de la aspiración colectiva de transformaciones profundas en nuestro país y se dedicó a ser mera administradora del modelo neoliberal heredado de la dictadura». Por otra parte, alertaron a la derecha y al gobierno de Piñera, de: «…no confiarse, por que en la última elección hubo mas de un 50% de abstención, así que cuentan con el apoyo de sólo un 26% de los chilenos con derecho a voto, cifra que esta lejana de constituir la mayoría de los chilenos.» Por último, manifestaron: «…estamos en un nuevo momento, en el que nace una opción que representa el Frente Amplio, que cuenta con un significativo número de parlamentarios, una orgánica desplegada territorialmente, inserción en los movimientos sociales y un programa de gobierno sólido que recoge las demandas ciudadanas que se han ido levantando en todo el país. Trabajaremos con las organizaciones sociales para terminar con las AFP, con los endeudados para poner fin al CAE, buscaremos anular la Ley de Pesca, recuperar el agua, instaurar un impuesto a los súper ricos. Trabajaremos desde el Parlamento y en la calle, con la gente y en la movilización social, para que terminen todos los abusos que hemos conocidos durante los últimos años».]]>