Tras la serie de demandas internacionales entre Chile y Bolivia- la última por el río Silala-,el vicepresidente del Partido Humanista, Tomás Hirsch aseguró que esta seguidilla de situaciones, «refleja que el país, no ha tenido la capacidad de diálogo con nuestros vecinos para ir solucionando los temas que aun se mantienen pendientes».
El ex candidato presidencial aseguró que, el hecho de llevar a juicio esta situación territorial, es una señal que «necesitamos profundizar en la cercanía y en el diálogo con toda la región, sobre todo con los países vecinos».
«Afortunadamente hoy existen tribunales Internacionales, como el de La Haya, ya que permiten que estas situaciones vayan por la vía judicial y no terminen como antaño; en las guerras, en invasiones y en actos bélicos. Sin duda el mundo avanza, y debemos dejar resuelto los resabios que se arrastran desde hace mas de cien años, y encontrar así, la integridad latinoamericana», manifiesta Hirsch.
¿A quién benefician las aguas del Silala?
El líder humanista asegura que «francamente suena muy hipócrita que el gobierno venga hablar hoy de la ´defensa´de las aguas del Silala, como si esas aguas beneficiaran realmente al pueblo chileno».
En ese contexto Hirsch enfatiza que las aguas del Silala, como muchas otras aguas en el altiplano, beneficia «única y exclusivamente a las grandes mineras y multinacionales que operan en nuestro país. Es decir, el gobierno gastará millones de dólares, campañas internacionales, se va a jugar el prestigio de nuestro país y se va involucrar en una disputa, solamente, para garantizar el agua a las grandes empresas mineras, no de las comunidades aymaras, tampoco de los pequeños poblados».
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