El acuerdo firmado por el Servicio Nacional de Menores (Sename) y la Agencia Nacional de Inteligencia de Chile ( ANI) en febrero de este año responde a una clara intención de poner bajo vigilancia a uno de los sectores más violentados de nuestra sociedad como son los niños, las niñas y los adolescentes vulnerados por exclusión, abandono, negligencias y que siendo asumidos por el Estado en casas de acogida o centros, siguen siendo abusados en sus derechos fundamentales.

En tiempos en que hemos tenido el mayor estallido social en la historia de nuestro país, siendo una de las demandas sociales poner término al mal llamado sistema de cuidado de menores Sename, el cuestionamiento más profundo radica en la externalización del servicio de protección y el sistema de voucher. Sename ha permitido que Organismos Colaboradores Acreditados (OCAs) lucren con la infancia vulnerada, pues además de pagar subvenciones por tiempo de permanencia de los NNA (niños, niñas y adolescentes), mantiene ineficientes mecanismos de fiscalización y débiles dispositivos de control, evidenciado en más de tres mil muertes y fuertes acusaciones de cuidados negligentes (salud, educación, alimentación), maltratos físicos, psicológicos y  hasta abuso sexual por parte de cuidadores. Aún así, este mismo año el congreso aprobó aumento de subvenciones a las OCAs, sin mejorar en nada la fiscalización.

Junto con el despertar del 18 de octubre, vino la mayor represión de agentes del Estado en contra de la ciudadanía, desde el término de la dictadura militar. Represión constitutiva de graves violaciones a los derechos humanos, con un especial énfasis en los NNA. Ante esta realidad, nos parece por lo menos extraño que la agencia encargada de gestionar inteligencia para perseguir a supuestos grupos terroristas en territorio nacional, firme un “convenio” que le facilita acceso a los NNA en situación de Sename.

En años anteriores, hemos conocido casos en que la ANI ha investigando a grupos ecologistas, a mapuches en lucha por sus demandas históricas, a dirigentes gremiales y ahora, pareciera que el objetivo son los NNA en situación de Sename, muchos de ellos integrantes de la llamada Primera Línea o simplemente porque tienen la edad de quienes han desafiado al modelo, saltando torniquetes. Intuimos que este gobierno le teme la gente que exige sus derechos, le teme al pueblo chileno que demanda justicia y dignidad, prefiriendo perseguir y criminalizar a quienes legítimamente luchan por un nuevo Chile, antes que intentar dialogar, comprender y provocar los cambios que demandan millones de chilenos.

Los humanistas creemos en la diversidad, respetamos los derechos humanos, nos oponemos a toda forma de discriminación y de violencia, creemos que en un Estado de Derecho democrático, los niños, las niñas y los adolescentes deben ser cuidados y nunca perseguidos por el Estado. Exigimos que este acuerdo ilegal en contra de la libertad y seguridad de los NNA en situación de Sename sea anulado en forma inmediata, sumándonos a las voces de la Defensoría de la Niñez, la diputada Pamela Jiles y el activista por la infancia Cristóbal Yenssen.

Solicitamos a la Comisión de Infancia de la cámara de diputados citar al director del Sename y al director de la Ani a dar explicaciones respecto de este acuerdo.

Por un Chile diverso, justo, no violento y que pone como valor central al ser humano y especial cuidado en favor de los niños, niñas y adolescentes.

 

 

Coordinadora de Niños, Niñas y Adolescentes. Partido Humanista.