Nelson Peña; Guillermo Garcés; Gladys Mendoza; Natalia Ibáñez

Partido Humanista Chile 

Los y las humanistas hoy en el contexto del plebiscito de salida, vemos la mala intención de difundir ante la opinión pública, que el gobierno de Boric está unido con el proceso de Nueva Constitución. Lo real es que la Constitución es permanente y los gobiernos pasan.  Nada tiene que ver una cosa con la otra.

Este intento de los poderosos busca emparentar el malestar de las mayorías en su crítica situación económica, y sus expectativas no resueltas por la acción del actual ejecutivo, directamente con el proceso de la nueva constitución.

Ellos aprovechan que la urgencia por superar tal crisis, requiere una resolución a corto plazo, y esta temporalidad choca con que todos los cambios que se empiezan a discutir, son procesos de mediano plazo, y no son automáticos. Como dijo el vicepresidente de la convención, lo que se está aprobando, es una caja de herramientas que permiten de mejor manera ir construyendo los cambios que la ciudadanía necesita.

Ligar estas cuestiones no es algo espontáneo, sino que es promovida con una fuerte campaña de las derechas, aprovechando su control total de los medios masivos de comunicación; esto lo apreciamos, por ejemplo, en el tipo de preguntas que ordenan editorialmente hacer a sus periodistas, y en el perfil de sus invitados, en que se vuelve a un nuevo duopolio. El contenido y priorización temática está en cuestiones ajenas al texto de la nueva constitución y sus bondades para abrir los cambios.

La ciudadanía no puede perder el punto de vista histórico al mirar el próximo plebiscito que viene, esta no es la constitución del presidente de turno, condicionado como está por un marco constitucional ampliamente desechado en el pasado estallido social. La nueva constitución es una propuesta de las diversas voces de la sociedad, fuera del marco de los partidos políticos que en ese momento de crisis operaban.

Tenemos que resaltar que mayoritariamente en Chile decidimos iniciar un proceso de cambio de constitución, más allá de lo político y sus actuales representantes. Es decir, es algo puesto en marcha por la gente común y que hoy se necesita llevar este proceso de cambios hasta el final. Hoy la tarea es fortalecer la valentía de la gente, no dejando entrar en sus cabezas y corazones los discursos amenazantes de la élite, ya que todo lo que ellos declaman busca crear temor.

Texto colectivo elaborado por el Consejo Político del Partido Humanista Chile