A partir de la declaración de la ministra vocera subrrogante, Javiera Blanco, en que pidió respeto por las instituciones públicas a la ciudadanía, por los chistes contingentes de los humoristas en el Festival de Viña, (Ej: «Pareciera que en este país la clase política encuentra más importante enlodar al rival que ganarse a la ciudadanía. Por eso siempre vemos debates infantiles», Edo Caroe»), el vicepresidente del Partido Humanista y ex candidato presidencial, Tomás Hirsch, cuestiona la petición en el marco de los escándalos políticos, eclesiásticos y empresarial que hemos sido testigos y abusados por años.

«El gobierno debería estar feliz y contento de que este país se ría de los escándalos a los que nos tienen sometidos, y no se produzca una situación de rabia generalizada, que puede terminar en situaciones de violencia. Nada mejor que la risa para poder descargar un poco todo el malestar que vienen sintiendo los chilenos desde hacía tanto tiempo y el gobierno haría bastante bien en respetar a la ciudadanía, poniendose serio y responsable.», declara el humanista en su columna.

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