C. Said / H. Basoalto

Publicado en el periódico electrónico «Pulso» el 08/02/2018

El humanista dice que para concretar la agenda del bloque, que vayan en beneficio de la gente, hay que buscar alianzas. Además, pide que la coalición tenga una reflexión conjunta sobre su futuro y respecto a cómo incorporar a independientes.
En unos meses, el presidente del Partido Humanista, Octavio González, dejará la directiva del partido para dedicarse a acompañar a sus tres diputados en el Congreso. Su colectividad está en uno de sus mejores momentos, al volver al Parlamento después de 27 años, y hoy es uno de los principales referentes del Frente Amplio. En esa entrevista, el dirigente aborda el rediseño que tendrá el bloque en los próximos meses y explica el polémico ingreso de Pamela Jiles a una bancada feminista externa.
  En su reunión, el FA diagnosticó diferencias sobre cómo construir el bloque, ¿qué opina? -El problema es otro. El FA se configuró desde una necesidad de converger en un proyecto que rompiera el binominal. Y esos acuerdos se generaron hasta el 19 de noviembre y nos parece que fueron perfectos. Pues bien, ahora desde el PH hacemos una invitación a reflexionar, no sólo sobre esa elección, sino que también sobre lo que queremos: qué tipo de oposición vamos a ser, cuál debe ser el rol de nuestros parlamentarios en los territorios, cuáles son los temas a priorizar dentro de nuestro programa y cómo logramos que se sume mucha más gente del mundo social y sindical. Pero eso no está pasando hoy día. Cuando se habla de los territorios, no se hace una primera reflexión de lo que el conjunto de los frenteamplistas aspiran de su proyecto. Antes de definir cuál va a ser la orgánica, la validación de la mesa o cuál va a ser la operatividad interna, debemos tener esta reflexión. ¿Se han notado falencias? -Todos y todas somos responsables de lo bueno y lo malo. Y nos hemos concentrado en la formación de los equipos parlamentarios, en la presidencia de la Cámara, en las comisiones, y eso ha copado en exceso la agenda. No nos hemos dado el tiempo de hacer lo que mencioné antes. Y por lo tanto, en la orgánica frenteamplista hemos hecho acciones aisladas, no nos hemos dado el tiempo de detenernos un momento a construir este FA 2.0, que tiene mucha responsabilidad, porque despertó en la gente mucha fe y esperanza. Según el PH, ¿cómo debe ser esta nueva versión del FA? -Me parece vanidoso decir cómo debiese ser. Nos gusta más reflexionar con otros. Pero si me apuras un poco, me parece que hay que cuidar los territorios, y que las organizaciones o personas que tienen participación en las comunas desarrollen desde ahí el FA, sobre todo programáticamente. Este nuevo FA se tiene que preocupar sobre todo de lo social, en lo que hoy se está al debe. Durante el año, el FA tendrá un congreso para revisar su orgánica y ver cómo incluir a los independientes. ¿Tienen alguna propuesta sobre eso? -Creo que hay algunos que se marean cuando hablan de los independientes, como si fueran muchos los que participan en el FA. Creo que son pocos, es más bien una participación aspiracional. Debemos incorporar a muchos independientes y definir su protagonismo, pero hoy son muy pocos, no hay que ser vanidosos. ¿Y cómo se les integra? -Será parte de la discusión. Pero también debemos incluir a los territorios en un segundo momento en esta reflexión. Es decir, no sólo la mesa nacional del FA debe hacer su propuesta, también deben ser incluidos los territorios y los independientes, en su debido momento. El FA tiene que ser responsable y no sólo tirar imágenes sueltas. Tiene que concretizar la participación de los territorios, los movimientos sociales y los independientes, pero con tangibilidad y realismo, no como imaginario. El FA se divide en macrozonales a lo largo del país, ¿crees que ha funcionado ese esquema? -En los macrozonales el 90% o 95% de los participantes son militantes de las organizaciones del FA. Entonces, ¿no te parece que en la práctica estamos conformando dos orgánicas paralelas? Suena extraño, pero los territorios y la mesa nacional están formados por los mismos militantes. Creo que los territorios deben tomar decisiones en la elección de sus candidatos, pero debemos acordar el nivel de autonomía que van a tener. Porque de lo contrario, podemos terminar con una ensalada de orgánicas. Entonces, los partidos del FA no se tienen que “auto engrupir”, se está generando una orgánica paralela y eso me parece discutible. ¿Y qué cosas podrían decidir en conjunto? -Por ejemplo, válidamente los territorios podrían decir que los parlamentarios debiesen discutir sus propuestas programáticas con ellos en un 50%. La mesa nacional podría querer lo mismo respecto de las propuestas nacionales. Podrían salir muchas imágenes. Cada uno de los mundos del FA está proponiendo cosas, pero hay que ordenar esto. Entonces, pensemos y diseñemos en conjunto. En resumen, en el FA falta diálogo y reflexión… -Absolutamente. Ese es el gran problema que vivimos. La orgánica del FA y su relación con otros partidos se tiene que construir con reflexión conjunta. A propósito del revuelo que causó que Pamela Jiles se sumara a otra bancada feminista, eso fue mal entendido, por el FA y los medios, porque esa bancada no es de la NM, es transversal. Si Pamela Jiles creara una bancada para abordar los problemas del Sename o temas de familia, y llegan parlamentarios de la NM, no sólo frenteamplistas, ¿esa bancada no tendría validez? Es irresponsable que alguien lo piense así, porque en esa bancada se abordarían temas necesarios para la gente, que están en el programa del FA. Es irresponsable de quienes tienen una mirada tan sectaria respecto de las relaciones políticas. Para avanzar en nuestro programa necesitamos sumar a la mayor cantidad de parlamentarios. ¿Por qué deberíamos limitarnos a relacionarnos con otros? ¿Hay una mala predisposición en el FA hacia Jiles? -Para algunos que no conocen la historia de Pamela, la ven desde una mirada limitada. “La abuela” tiene gran eco en los sectores populares y creo que hay algunos que les molesta que Pamela tenga tal nivel de influencia. Esperamos que en un corto plazo asuman que Pamela es una diputada humanista muy querida.]]>